¿Por qué las damajuanas se llaman así?
La verdad es no está muy claro. Hay quien dice que se debe a marineros del sur de Francia que, tirando de ironía, llamaban dame-Jeanne a estas gruesas botellas, asimilándolas a mujeres ventrudas. También corre una leyenda según la cual la reina Juana I de Nápoles, se resguardó de una tormenta en el taller de un maestro artesano que fabricaba botellas de vidrio. La reina se interesó por su labor y probó a soplar el vidrio, consiguiendo dar forma a una botella de 10 litros por lo que el artesano bautizó así a estas grandes botellas de cristal.
El caso es que la palabra apareció por primera vez en 1586, en una obra de René de Laudonnière –el conquistador francés de Florida–, y Corneille la empleó en 1601 con la forma damejane, equivalente al catalán damajana y al provenzal damajano. La Academia incluyó damajuana en su diccionario por primera vez en 1853, como voz de Andalucía.
Se llame así por lo que se llame, lo que está claro es que estas bombonas de cristal se han convertido en un maravilloso elemento decorativo para realzar cualquier espacio y dar un toque natural y fresquito a nuestra casa. Lo más genial es que cuadran bien con cualquier tipo de estilo: minimalista, moderno, tradicional, rústico, industrial… Y quedan bien donde las pongas. En el suelo, sobre una mesa, hasta adaptadas como lámparas en el techo.
¿Quieres conseguir alguna? Ahora mismo tenemos en catálogo dos damajuanas de boca estrecha y una, más rara, de boca ancha. ¿Con cuál te quedas…??